No tiene precio...

No hay maneras de poder explicar esto que siento. Esta pasión tan loca que me devuelve a una edad de inmadurez que nunca disfrute. Pero aquí esta el resumen:

Llegamos al lugar acordado. Subimos a la habitación en horas diferentes para no despertar ninguna sospecha. Siempre hay un entrometido, o alguien que te ve.

Yo llegue primero, arregle mi maquillaje, me perfume, y me senté a esperar. Estaba nerviosa, sentía miedo, angustia, deseo, culpa… en fin tantas cosas, pero respire profundo y trate de calmarme. Tocaron la puerta y mi alma dejo a mi cuerpo por un instante, y es que siempre esta la duda de que si alguien te vio, pero mire, y era el.
Entro al cuarto, me abrazo fuertemente. Lo necesitaba, y mis miedos se disiparon y me dedique a disfrutar el momento.
Nos quitamos los zapatos y nos sentamos en la cama a hablar. Tenia mucho de no verlo, hasta me sentía un poco extraña. Hablamos de trabajo, de la familia, de lo que habíamos hecho en ese tiempo de no vernos etc. etc.
Fue hasta donde estaba yo, y recostó su cabeza en mis piernas. Lo mire, le dije cuanto lo había extrañado, me acerque hasta su boca, y así empezamos a besarnos.

Sentados en la cama nos besábamos apasionadamente. Nuestras manos todavía tranquilas, levemente acariciaban las telas sobre nuestros cuerpos. Y así con los ojos cerrados me deje llevar, el ambiente cambio de tono, nuestra respiración ya comenzaba alterarse.
Estábamos frente a frente, nuestras lenguas entrelazadas y nuestros cuerpos comenzaban a estremecerse. Me besaba el cuello mientras desabotonaba mi blusa con calma.
Mis manos todavía jugaban con su pelo.
Mordía mis pezones a través, de mi ropa interior sus manos en mis cintura marcaban el paso para mis caderas que ya había tomado ritmo, y encima de el bailaba al compás de nuestra respiración.
Lo aparte un instante para poder desvestirlo. Quite su camisa lentamente mientras mi lengua humedecían su pecho, presione mi cuerpo contra su pelvis, y mis ojos no se apartaron un instante de los suyos. Sin palabras pude comunicarle lo mucho que lo deseaba.
Seguí bajando hacia el sur, y con una mirada traviesa me deshice de sus pantalones. Sentí su sexo erguido - lo atraje hasta mis pechos, el calor de mi cuerpo dio multiplico sus ganas. Mis manos entre su entre pierna y mi lengua húmeda lo inquietaron mas. Mi pelo cubría mi cara, como cortina automática para esconder el “pudor”, el gemía de placer… yo solo pensaba en complacerlo.
Mis manos tomaron riendas para poder dejar que mi boca volviera a la del. El termino de desvestirme.
Su boca recorrió todo mi cuerpo, mis pechos, mi espalda, mi cintura. Su lengua penetro mi ombligo, sus dedos jugaban a hacerme mujer.
Su lengua acaricio mi interior, mientras nuestras manos se apoyaban con fuerza; ellas tenían la tarea de frenar nuestro éxtasis.
Ya impaciente lo atraje hacia mí. Podía admirarlo, me deseaba, disfrutaba igual que yo ese momento, poco a poco y sin dejar de mirarme me penetro suavemente.
Su brazo levanto mi pierna y acelero el ritmo de sus movimientos. Estaba sin aliento, pero quería disfrutar ese clímax al máximo.
Cambiamos de posición antes de culminar. Ahora sentados, yo encima de el, volvia a tener las riendas del momento. Su boca en mi pecho, su mano en el otro. Luego volvio a mis caderas. Yo lo abraze fuerte, y juntos concluimos el acto.

La tarde como siempre se nos hizo corta...

Profilácticos: $200
Hotel: $3, 9000
Baby Doll: $ 1,500

Pasarme la tarde con el hombre que amo……… No tiene precio.