reencuentro

Recibió el mensaje en su celular, eran apenas las 9:17 AM. Quedo de encontrarse con ella en la habitación 711 del mismo lugar que tantas veces había sido testigo de sus encuentros. Las horas se hicieron eternas, el reloj se movía como si una tonelada obstruyera sus manecillas. Pensó, fantaseó, imagino, todos los detalles de aquella tarde. Hacia mucho no lo veía.

Salio un poco mas temprano del trabajo. Decidió ir primero a la habitación para ponerla en “mood”, lo había leído en alguna de esas tantas revistas inútiles que pasan a diario por su escritorio. El cuarto con velas, algunos pétalos sobre la cama, la bañera con burbujas, aceites exóticos, ropa interior comestible, en fin todas las bobadas que había leído durante ese largo mes en el cual no lo vio.

Se apuro a cambiarse de ropa, deslizo su tan agobiante “look” de oficina, ahora solo arropaba su piel tersa una diminuta tela blanca, trasparente….era su favorita. Perfumo su cuerpo, se soltó el pelo y cubrió sus labios con un delicado brillo, todo planeado a la perfección.

Abrió la puerta despacio y sintió desvanecerse en ese pecho que había añorado. Sintió como sus pies abandonaban el suelo, y esos brazos la elevaban…sin dejar de besarla. Bajo sus pies ahora los pétalos sobre la cama, y mientras el besaba su cuello, ella torpemente trataba de desvestirlo. Sintió esas manos bruscas acariciar sus muslos y subir despacio, con método rítmico hacia su sexo. Todavía parada en la cama se recostó sobre el, esos dedos explorándola le impedían mantener el balance.

El todavía estaba de pie. Ella sentada a la orilla de la cama trataba de devolverle el favor. Le dio a sus labios la tarea de complacer a su amante, y mientras sentía sus manos acariciarle el pelo, los gemidos le informaban que el lo disfrutaba. Poco a poco su espalda encontró la cama, subió despacio para darle espacio para poder así sentir sus cuerpos volverse uno. Una lengua tibia le recorrió el torso, luego el pecho, y delicadamente se deslizaba hasta su cuello. Su delicada figura se perdía bajo ese cuerpo fornido…