Si supieras...

Hoy no tengo tiempo para rimas, ni cabeza para prozas. Solo me queda ganas de decirte que cada caricia me quema la piel, que sus besos me deprimen, que su sexo me fastidia. Cierro los ojos y el a mi lado y hoy diera a vida para que ese fueras tu. Cierro los ojos para imaginarte conmigo, para hacerle creer a mi cuerpo, que el eres tu. Pero el mas sabio, reconoce que ese no es tu aliento, que no son tus labios, que ese no es tu pecho, que no son tus brazos. Y muero en silencio, deseando que hoy estes aqui....a mi lado.

Te extrano.

Olvidarte....

Dime con que endulzo el sabor amargo que dejo tus besos.
Dime como puedo borrarme las huellas que tiene mi cuerpo.

Como es que se quiere y en otro minuto ya no sientes nada
Como es que se te tiene y en otro momento ya no tienes nada.

No se como empiezo la ardua tarea de quere’ olvidarte,
No se como puedo, si es que tu recuerdo esta en todas partes.

Mi alma se aflige a saber que nunca conmigo estarás,
Y siento tu labios… falazmente dicen que un día volverás.

Tu aliento me quema, y ya en mis oídos te oigo susurrar
Que debes marcharte, que se te hace tarde, que regresaras.

Tus manos me tocan, me acaricia el pelo por última vez
Y mi cuerpo inerte promete olvidarte, pero no lo haré.

A mis 23....

A mis 23 he aprendido que…

Que una sonrisa abre puertas,
Que un amigo es el mejor tesoro en el mundo,
Que todo lo que haces de una manera u otra regresa a ti,
Que el mal de amor solo lo cura el tiempo,
Que llorar es la mejor manera de desahogarse,
Que al final la única personal incondicional es tu madre,
Que no siempre se da para recibir,
Que aquel que da para recibir muere de decepción,
Que la música es terapia para el alma,
Que lo peor de amar es olvidar,
Que el dinero no compra felicidad,
Que el sexo es des-estresante,
Que es difícil decir “perdón”,
Que es más difícil aun decir “ayúdame”,
Que la infidelidad es casi siempre justificable,
Que nunca estaré conforme con la vida,
Que quererlo más a el que a mi misma es mi peor error,
Que debo aceptar que hay preguntas sin respuestas,
Que la gente al fin y al cabo nunca cambia,
Que un momento puede cambiar por completo tu vida,
Que la educación es el mejor regalo que se le pude hacer a un hijo,
Que un hijo es el mejor regalo que te da Dios,
Que Dios es el único que da paz,
Que la paz es lo que te hace feliz,
Que ser feliz solo depende de uno mismo.

Rostro de un Titular

Ese que una vez amo, al que una vez se debió por completo, se convirtió un buen día en un monstruo. Sus gritos retumbaban en su cabeza. El eco de un “maldita” todavía la aturdía; los moretones enturbiaban su rostro.

Habían pasado tantas noches de soledad, tanto llanto, tanta espera, tanta decepción pero al fin había encontrado a otro que llenara ese vació. Se entrego a ese otro sin mesura. Cada caricia aliviaba su herida, cada “te quiero” borraba los insultos de aquel que profesaba un amor eterno, aunque a su manera. El otro era lo que hubiese querido que fuera el. Apreciaba su perfume, su lengua que aunque a veces exhausta se daba a la tarea de recorrer todo su cuerpo, sabía agradecer su arte al amar, y la correspondía. Le gustaba sentir su respirar en el cuello, mientras descansaba en su pecho, su sexo erecto, que le recordaban que todavía era suficiente mujer para provocar esas sensaciones, sus dedos que exploraban sus entrañas como tratando de encontrar un tesoro, su desesperación al tratar de hacerla sentir completa.

Cada encuentro de hacia mas difícil, el dejarlo era cada vez mas devastador. Esa tarde fue excepcional; su cuerpo todavía vibraba al recordar sus caricias. Manejaba y todavía húmeda pensaba en las maravillas que había disfrutado esa tarde. Llena de placer, de vida, decido llegar a casa para poder terminar de una vez por toda aquella tortura.

Cerro la puerta, el estaba sentado en el sofá. Puso las llaves sobre la mesa, se arreglo el vestido. El ni siquiera se volteaba a mirar. Con paso erguido camino hacia el, le dijo “esto se acabo”. El se paro de repente, sintió el golpe en su cara. Y medio de la inconciencia lo oía “maldita, ¿crees que no lo sabia?... ¡ya veras!” Se levanto en la mañana llena de moretones. El ya se había ido. Trato de llamar al otro pero no contestaba, quizás el celular estaba apagado. Se paso el día planificando como recuperar su libertad. En el noticiero de la seis, vio su cara y un titular que decía “joven asesinado por causas desconocidas”.