Se acaban las maneras de esconder lo que pasa. He inventado vidas paralelas, pero no soy suficiente para llevarlas ambas. Es difícil, lo supe desde el principio; hoy estoy agotada, me quedo sin aliento, en el horizonte se perdió la meta.
De verdad no se que es lo mejor. Cada día me levanto con una meta nueva. Más hoy me pesan los odios, las tristezas, los rencores pero no se como deshacerme de ellos.
Justifico mis acciones al pensar que esa idea de “ojo por ojo” es totalmente cierta. Pero se que no lo es.
Llorar no resuelve nada. El seca mis lágrimas, sin saber que no son su culpa. Cada canción me trae un mensaje subliminal que me recuerda que erró. Cada quien con sus virtudes. La balanza esta equilibrada.
Mientras me siento culpable, recuerdo que hoy es el cumpleaños de ella. Quizás mientras yo aquí me hundo en la pena de sentirme despreciable, el acaricia su cuerpo y procura hacerla sentir especial. Quizás es con ella tal cual es conmigo. Y hoy procurara hacerla tan feliz como me ha hecho a mi.
Y cuando esas ideas me rondan la cabeza, se me olvidan las penas y el sentimiento de culpa. Me miro al espejo y digo “el tiene lo que se merece”. Cada día es lo mismo, esto se vuelve un ciclo. No se donde ira a parar.
Donde termina esta historia que comenzo con lágrimas.
¿A quien le toca perder?